Como padre, me enfrento a una decisión que muchos de nosotros tenemos que tomar en algún momento: dejar o no que nuestra hija asista al baile de graduación.
Por un lado, el baile de graduación es un rito de iniciación, una oportunidad para ella de disfrazarse, bailar y crear recuerdos con sus amigos.
Por otro lado, existen preocupaciones sobre la seguridad, el consumo de alcohol y la posibilidad de comportamientos inapropiados.
Entonces, ¿debería dejar que mi hija vaya al baile de graduación?
¿Qué factores debo considerar al tomar esta decisión?
¿Y cómo puedo asegurarme de que ella se mantenga segura y tome buenas decisiones sin dejar de disfrutar la experiencia?