¿Cuál debe ser mi pulso según la edad?

Comprender el concepto de frecuencia cardíaca ideal puede variar dependiendo de varios factores, siendo la edad uno de los cruciales. Cada grupo de edad tiene su propio rango de frecuencia cardíaca normal, que refleja las necesidades y capacidades fisiológicas cambiantes del cuerpo.

Para los bebés de 1 a 2 años, una frecuencia cardíaca saludable generalmente oscila entre 98 y 140 latidos por minuto (lpm). Esta tasa más alta se debe a su pequeño tamaño y a las mayores necesidades energéticas para su crecimiento y desarrollo.

A medida que los niños crecen hasta alcanzar la edad de 3 a 5 años, su frecuencia cardíaca disminuye gradualmente, con un rango normal de 80 a 120 lpm. Esto refleja la maduración de sus sistemas cardiovasculares y sus menores demandas de energía en comparación con la infancia.

Entre los 6 y 7 años, el corazón de los niños continúa desacelerándose, con un rango normal de 75 a 118 lpm. Esta disminución es parte del proceso natural por el cual los sistemas corporales se vuelven más eficientes con la edad.

A medida que los niños avanzan hacia la niñez, la adolescencia y la edad adulta, su frecuencia cardíaca se estabiliza en el rango de 60 a 100 lpm. Esta gama se adapta a las diversas actividades físicas y estados de reposo que caracterizan estas etapas de la vida.