¿Se equivocó el regulador al rechazar un fondo cotizado en bolsa de bitcoins al contado?
¿Es justo decir que la decisión del regulador de rechazar un fondo negociado en bolsa de bitcoins al contado fue equivocada? Teniendo en cuenta la creciente popularidad y aceptación de las criptomonedas, en particular Bitcoin, ¿no parece una oportunidad perdida para ofrecer a los inversores una vía más tradicional y regulada para invertir en esta clase de activos emergente? ¿Podría esta decisión potencialmente sofocar la innovación y obstaculizar el crecimiento del mercado de las criptomonedas en su conjunto? ¿O hubo preocupaciones válidas sobre los riesgos y la volatilidad potencial asociados con dicho producto que justificaron el rechazo?